domingo, 16 de diciembre de 2007

¿POR QUÉ YA NO SE HACEN PELÍCULAS COMO LAS DE ANTES?

Reconozco que este fin de semana estoy algo nostálgico, algo soñador, sueño con historias románticas de esas que no existen, no sé si alguna vez existieron pero al menos sí en la gran pantalla. Echo un vistazo a escenas, canciones, tramas de las películas de los 50 ó 60 y veo tiernas historias, inocentes, pueriles, pero aún hoy a algunos nos siguen llegando al corazon. Vale que nos cuentan que existen los príncipes azules, que las distancias son franqueables, que el amor supera cualquier dificultad y luego la realidad no es tan sencilla. ¿Pero es que acaso soñar es malo para la salud? ¿no podemos ver cine sin que exista una dosis de violencia o de acción? A mí personalmente me gusta ir al cine a potenciar el lado onírico de mi cerebro, soñar que el príncipe azul amaga con marcharse en un avión y que vuelva en el último momento para fundirse en un beso con la protagonista. Llamadme hortera, si queréis, pero es lo más. En las películas de los 60, la gente se quería con verdadera pasión, con inocencia, sin dobleces, no sé si la realidad era así porque yo no lo viví. Pero ahora la gente no se quiere así ni siquiera en las películas. De algún modo nos movemos en una sociedad que ha perdido esa inocencia, supongo que tendrá sus cosas buenas pero ¿es realmente mejor?

Aunque ahora que reparo en ello. Quizás ese ha sido mi fallo en el amor. Pensar que existiría una historia así.....


6 tus aportaciones:

Sucette D´Ment. dijo...

Yo, de Amor no te puedo hablar con propiedad, Javier. Mi prometido se hizo a la mar hace unos cuantos años. Desde entonces, espero en la orilla, que las olas me lo devuelvan.
A veces, la desesperanza me aborda; otras muchas, mis lágrimas se suman para alimentar las aguas de quien se lo llevó; las más de las ocasiones, imagino que me toma de la mano y camina junto a mí.
El experto al que remito en estas lides eróticas, es, Javier Peña, tu colega y compañero, Rafa Fernández, que se expresa de cine. Él sabe de amor muchísimo, por eso es tan elegante, cuando se pone. No en vano es doctor en la materia. Mi abrazo para ti, RafaFer nAndeZ o anduve. Tú sí te atreves, en cuanto la oportunidad se te presenta.
Gracias.
Voy a descansar, lo necesito.
Olas olas Olas olas Olas OLAs olas OLAsolaOLASsssSSssSSSSssssSSSSsssss...
Fdo: Sucette D´Ment.

Napoleón Bonaparte dijo...

Precisamente, por lo que afirmas, javier.

Yo llevo más de 20 años, enamorado de una mujer. Es un amor imposible. La veo una vez cada dos meses o así. Hablamos de otras cosas. Se nos nota a los dos, que estamos enamorados. Nunca lo hemos hablado directamente. Cuando nos vemos (a veces tres veces al año) acabamos siempre sentados juntos hablamos de otros temas, pero delante de una multitud, que no se da cuenta que estamos en ese momento, más unidos que nadie. Las miradas, los gestos, los silencios, nos delatan entre los dos. Siempre ha sido así, y así será. Es un amor imposible y los dos, lo sabemos. Nos damos besos en la cara de amigos y, a veces nos tenemos que separar, conscientes que estamos demasiado tiempo abrazados, y no queremos que se nos note. Es muy duro, ver como cuando nos vemos en público, por ejemplo nos tiembla la voz o ella se pone, muy nerviosa y torpe.

Algún amigo de confianza, se ha dado cuenta y me lo ha comentado. El también sabe, que no puede ser.

En la entrada sobre los sueños, opinaba sobre ellos Siempre sueño con ella. Cada día desde hace 20 años.

Un saludo

Anónimo dijo...

Pero bueno, Napoleón!Tírate a la piscina! Desconozco por qué dices que es tan imposible, pero si los dos os queréis, al menos intentadlo, no?Si no funciona, no funciona, pero intentadlo!Yo creo que Peña también se refiere un poco a eso, a que nos rendimos, siempre nos pueden otras cosas y ya no luchamos por amar y estar con quien amamos.
Yo, por mi parte, me identifico con Audrey en "Desayuno con diamantes": soy un animal salvaje que aún no se ha dejado domesticar...Aunque la frase suene un poco machista, espero que entendáis eso de "domesticarme" como un simple "deja de tener miedo a enamorarte". Por culpa de ese miedo siempre me preguntaré qué habría pasado si yo me "hubiese bajado de ese avión"...En fin, espero ser capaz algún día de ir acompañada en mi próximo vuelo...
Y, Peña, no eres hortera, eres romántico y, además, tienes razón. Te imaginas qué pasaría si ahora se produjera esa escena en un aeropuerto?Todo el mundo,en vez de sonreir, le pediría a la muchacha (y seguro que no muy amablemente) que dejara de hacer el gilipollas y se callara de una vez!En fin, bienvenido al peligroso y melancólico mundo de los sueños!
Un beso mu'grande!

HADEX dijo...

Pues siento ser la nota discordante...Yo tengo una relación maravillosa, con sus más y sus menos, que va ya para once años. Pero también soy de las que opina como Vinicius de Moraes:

Se não tivesse o amor
Se não tivesse essa dor
E se não tivesse o sofrer
E se não tivesse o chorar
Melhor era tudo se acabar

El amor implica necesariamente un "sufrimiento" espiritual (no entendáis mal) es su contrapunto, como el blanco y el negro. Millón de besos a todos.

javier peña dijo...

Hola a todos. En primer lugar decirte Hadex que en este caso la nota discordante es la nota positiva jejeje. Paula, suscribo todo lo que dices, incluido el apartado en el que instas a Napoleon a tirarse a la piscina porque a mi también me ha tocado la fibra sensible tu historia, amigo. Realmente los amores platonicos tienen su belleza pero si los tienes tan a mano, yo creo que deben pasar a otra etapa, pero no somos nadie para juzgar porque a veces las circunstancias no son tan faciles. En cuanto a succette, decirte que Rafa Fernandez es de los mios, creo, vamos que lo del amor no va con el. En fin, gracias a todos una semana mas

Sucette D´Ment. dijo...

Saludos, Presentes:
¡Me encanta leer vuestros comentarios! Todos, todos.
Javier, cuando dices eso de... “en cuanto a Sucette...”, me suenas como a mosqueado. Sólo me lo parece. Quizá, probablemente, me equivoque, como en tantas y tantas ocasiones. Y así aprendo. No me dan miedo mis errores. Si no pruebo, no adelanto, creo.
No es mi intención molestarte, que la incomodidad, opino, cada uno la lleva dentro, por otras causas al margen de mí y lo mío. De todas formas, si percibieras que actúo feamente, Javier, te invito a que me lo comuniques directamente; intentaremos arreglarlo. Gracias. Sé que me aprecias.

Siguiendo con las Historias de Amor y Cine, me extraña eso que dices sobre Rafa Fernández. Pero claro, tú le frecuentas a menudo y yo aún no he podido. Como dije, yo ver, no veo mucho. Dices Javier “lo del amor no va con el”. Sin embargo, Rafa Fernández, me parece el Homo Erectus de las Comunicaciones, los Medios, De los Poros. Un hombre curtido en batallas, que se mantiene de pie, caiga lo que caiga: un primitivo que anda, eso, digo, todo tieso, cultivado. Así que no le queda otra opción sino la de estar familiarizado con las pasiones de los seres humanos. De cine sabe un rato largo: del de amor y sus películas; de los abanicos pintados con deseos, temores, esperanza, tristezas hábitos y felicidad.
Otro caballero, al que también le aplaudo el gusto cinematográfico, es al Señor Escribano, que figura en la Rosa de los Vientos de Juan Antonio Cebrián.
¡Maravillosas historias de cine! Y de la vida..., sigue. ¿Quién imita a quién?
Besos, amigas, os. Es un placer sentir vuestra compañía.
¡Qué rasca sopla! ¿No? ¡Qué frío! ¡Ay, Amorcito, te echo de menos!
Me gustan vuestras palabras. Continuad, por favor. Es bueno y bonito descubrir lo que contáis.
Fdo: Sucette D´Ment.