miércoles, 24 de diciembre de 2008

OS DESEO UNA NAVIDAD CON MUCHO AMOR

Hola amigos, solo me paso unos minutos por este blog para desearos que seais muy felices esta noche y el resto de días que nos quedan por delante. Ya sé que es un tópico de las Navidades, que en muchas ocasiones suena a palabras huecas, que de repente aparece gente de la que no sabes nada el resto del año pero porqué renunciar a este espejismo, si es que lo es. No me gusta eso de estar obligado a ser feliz en estas fechas pero lo cierto es que puede ser un buen momento para hacer un parón, un paréntesis en los problemas cotidianos que nos acucian.

Ya nos acordaremos de nuevo de la crisis a partir del 7 de enero, de los problemas que debemos resolver y de aquellos aspectos de nuestra vida que nos hacen un poco menos felices. Ahora es momento de intentar disfrutar, cada uno a su manera, sin necesidad de grandes cosas porque muchas veces la felicidad está en las cosas más pequeñas.

Sé que en ocasiones no es fácil cuando uno está enfermo, o tiene a alguien enfermo en un hospital, siempre lo recuerdo porque yo también pasé la experiencia hace unos años cuando falleció mi padre pero hay que seguir adelante, darle la vuelta a la festividad para que nos dé la fortaleza quizás perdida.

Os mando un regalo musical. NO es exactamente un villancico aunque esta canción se editó en 1983 durante estas fechas. Se trata de un dúo entre John Denver, uno de los míticos del country americano y nuestro Plácido Domingo. Es un canto al amor, a cualquier clase de amor, no sólo el de pareja. Con él os digo FELIZ NAVIDAD y más que nunca ABRAZOS A TODOS QUE SON GRATIS


miércoles, 17 de diciembre de 2008

CUANDO UNO NO LOGRA CONTROLAR A SU MENTE

Hola familia. Ya sé que hace tiempo os tengo un poco abandonados, como alguien cariñosamente me dice en un comentario. La verdad es que nunca había pasado tanto tiempo sin escribir desde que estrené este blog y quizás tenga algun misteriosa explicación.

Lo cierto es que yo siempre he creído ser una persona bastante fuerte, de esas que decimos que tienen las espaldas anchas para afrontar cualquier cosa que le depare el destino. A pesar de mi carácter nervioso, he procurado guardar la calma en las situaciones más comprometidas y controlar mis sentimientos cuando ha sido necesario.

Hasta ahora siempre era así. He tendido a controlarlo todo, a controlar mis sentimientos, mis pensamientos, mis actuaciones para bien o para mal. Uno se siente poderoso cuando es capaz de ser dueño de sus actos , de sus decisiones y poco menos que se enfrenta a cualquier obstáculo que le pongan en el camino por grande que sea.

Sin embargo, he descubierto en los últimos días que no siempre es así. Hay ocasiones en las que tu mente, tu cuerpo se rebelan, te trasladan el mensaje de que no controlas absolutamente todo. Lo hace además de forma súbita, sin avisar, dejando claro inmediatamente quién manda realmente en tu destino.

Es ese momento en el que uno se siente frágil como nunca, casi como cuando de niño dependía tan sólo de los cuidados de sus padres. Uno siente que el organismo funciona por sí mismo, que uno no puede hacer nada por evitar que sufra, por impedir que la mente traslade órdenes que tú nunca hubieras deseado tomar. En ese momento, pesa el desconcierto, la desorientación, la incertidumbre y el desasosiego.

La pregunta que queda ahora es ¿podré volver a meter en cintura a mi mente y a mi cuerpo? Espero que sí pero nunca se sabe. Un abrazo a todos que son gratis