sábado, 24 de enero de 2009

LA ANSIEDAD

De repente un buen día sin comerlo ni beberlo uno siente un vuelco en el corazón y le sube un hormigueo a la cabeza que le deja atontado durante unos segundos. Está comprando ropa y tras el episodio, sigue la vida como si nada, tan sólo una pequeña anécdota. El problema es que otro día uno está comiendo en teoría tranquilamente y le vuelve a repetir el episodio pero en esta ocasión, los nervios crecen, la angustia se apodera de uno y la tensión se eleva.

Por la mente pasa de todo, uno cree que le puede estar fallando el corazón y acude al médico. Incluso antes de hacerle unas pruebas rutinarias para ver cómo marchan las cosas en el organismo, la doctora le comunica que se trata de un claro caso de "crisis de ansiedad". Y uno se sorprende. No es que no sepa que de natural es nervioso, aunque fisicamente aparente tranquilidad, pero siempre se creyó capaz de controlar su cuerpo en esa situación y al parecer no es así.

Como si uno viviera en una especie de Gran Hermano, los sentimientos se exageran. Si uno está nervioso, lo está más que nunca; si se siente agobiado, le dan ganas de "romperse" por dentro. Y lo peor: sin motivo aparente, no existen episodios en la vida actual que justifiquen esa reacción corporal tan desagradable.

Como siempre hay que sacar conclusiones positivas, uno descubre hasta qué punto su cuerpo están tenso, trata de relajarlo unas veces con más éxito que otras. Y asalta la duda "¿realmente todo estará en la mente?". Un abrazo a todos que son gratis

viernes, 2 de enero de 2009

ADIOS 2008: TANTA PAZ LLEVES COMO DESCANSO DEJAS

HOla a todos, en primer lugar os escribo para desearos todo lo mejor en este 2009 que acabamos de empezar. Más allá de la tradición de recibir el Año Nuevo con una cena un tanto especial, con la familia o con los amigos según el caso, tomarse las uvas al ritmo que marca el reloj de la Puerta del Sol, la cita también sirve para que uno se pare a hacer balance de lo ocurrido los doce meses anteriores. No sé si lo hace todo el mundo o unos pocos como yo que nos gusta analizarlo absolutamente todo y hasta las últimas consecuencias.

Recuerdo que el año pasado por estas fechas ya anticipé que para mí sería un año duro por distintas circunstancias pero francamente no esperaba que fuese tanto. No interpretéis que todo ésto se debe sólo a lo ocurrido con el programa y mi posterior salida de Onda Cero que sólo ha sido uno de los muchos aspectos negativos que ha tenido mi vida en éstos últimos doce meses. Y sin embargo, ha tenido un aspecto muy positivo que ha sido el contacto con todos vosotros que se ha plasmado en una cifra de visitas que no me podía ni imaginar cuando empecé esta aventura bloggera (cerca de 45.000 visitas en un año es alucinante, gracias por ello).

Tranquilos que no pretendo desglosar aquí el cúmulo de pequeñas desgracias que han ido ocurriendo desde las anteriores campanadas. Sólo diré que empecé mal, muy mal, el primer día del año aún recuerdo cómo recibí una llamada del querido Arturo Tejerina diciéndome que no podría estar conmigo en el programa porque estaba en urgencias del hospital. Ni qué decir tiene cómo acabó esa historia, aún queda marcada en mi memoria y lo estará por mucho tiempo.

Como todo en esta vida, nada es blanco o negro. 2008 ha sido un mal año en general para mí pero también he extraído elementos positivos. Al tiempo, he sentido la decepción de pseudoamistades que como ocurre siempre, desaparecen cuando más tendrían que estar a tu lado, otros muchos sí lo han estado, incluso algunas personas que no me esperaba y que me han dado la fuerza para seguir adelante.

He conocido alguna nueva persona que en un primer momento me pareció interesante y que después resultó ser tan sólo un espejismo, pero eso también les sucede a otros, ya lo sé. En el apartado positivo, ha surgido una entrañable historia que espero que cuaje en este 2009 y que me ha descubierto una ilusión perdida hace muchos años. Es y será complicada pero a veces lo más dificil es lo que más merece la pena, yo confío absolutamente en eso.

Por contra ha sido un año cargado de pequeños problemas de salud, de tensiones, de desidias, de desengaños, de cambios traumáticos que a final de año me han pasado factura. No me gusta mucho detenerme en estos aspectos porque huyo siempre de regodearme en lo negativo. Mi filosofía es intentar apartar todo aquello que me separa del objetivo que debemos tener todos en esta vida que es ser feliz.

Aunque no afronto este 2009 en las condiciones sobre todo anímicas que a mí me gustaría, tengo la intuición de que éste puede ser un gran año. Alguien me acusará de ser demasiado optimista en estos tiempos de crisis, pero es mi intuición y sin ser la Bruja Lola, no me suele fallar. Espero que no sea sólo individual para mi, sino en general un buen año para todos, a pesar de las perspectivas más negativas. Y en año nuevo, seguiré repartiendo abrazos a todos que son gratis.