¡PERO QUÉ FRIKY SOY!

Si, os lo confieso, soy un friki. De sobra es conocida mi afición por el festival de Eurovisión, más oculta es la que me lleva cada año a ver la ceremonia de los Oscars por su glamour y por la incertidumbre de los resultados.

Por si esto fuera poco, debo confesaros que me encanta una noche electoral, esos momentos en los que cierran los colegios electorales, se conocen los primeros sondeos que, por cierto, casi siempre se equivocan y vamos conociendo poco a poco el ganador de la contienda.

Aunque os pueda sorprender, y aprovechando mi inactividad, esta noche seré de los que me quede hasta las tantas de la madrugada para saber si gana finalmente Obama, como casi todos pronostican y muchos deseamos, o por el contrario triunfa ese vetusto militar que aparenta ser un tierno abuelito y representa más de lo mismo, en mi opinión al menos.

Tampoco es que me engañe mucho. No soy de los que piensa que Obama vaya a ser la panacea de la crisis actual ni tan siquiera ese rojo izquierdoso y peligroso que dibujan sus oponentes. El término "rojo" en la política norteamericana creo que se puede aplicar a muy pocos políticos pero, al menos, el amigo Barack puede traer aire fresco al planeta, o al menos eso esperamos.

Por cierto que mucho tenemos que aprender de los americanos en cuanto a campañas. De hecho, nuestros políticos no paran de copiarles. El caso es que hace unos días el Partido Demócrata emitió un spot en el que relataban en un informativo el triunfo de Mc Cain por culpa de uno de los votantes que no acudió a las urnas. Y claro, en internet, se suceden las bromas con este asunto. El amigo Rafa Fernández me ha enviado este noticiero en el que supuestamente yo soy el culpable de la victoria republicana jejeje. Hughs for all, are free (ya voy practicando eh)