BELGRADO: EL FESTIVAL

Hola chicos, dedicaré varios post a analizar mi visita a Belgrado. En primer lugar, voy a contaros alguna cosa sobre los entresijos del festival. No voy a analizar lo que habéis visto en pantalla, conocéis de sobra mi opinión y muchos de vosotros fuisteis testigos, cada cual con su opinión. Pero lo que no sabe mucha gente es que Eurovisión es mucho más de lo que se puede ver en una gala de tres horas de duración, son horas y horas de ensayos, de convivencia entre los 3.000 periodistas y eurofans acreditados, de diversión en las distintas fiestas que se organizan, etc.

Lo primero que debo decir es que este año el festival ha incorporado a un grupo de voluntarios amabilisimos, entre ellos algunos que hablablan perfectamente el español. Una de ellas incluso se ofreció a enseñarnos amablemente la ciudad y disfrutamos de sus explicaciones sobre los lugares más emblemáticos de la capital serbia.

El enorme centro de prensa, situado en el Sava Center, fue el lugar perfecto para seguir todas las incidencias del festival y para disfrutar de momentos memorables, como las interpretaciones de gospel del coro francés. Allí se demuestra más que en ningún sitio quién es un gran artista y quién es un mediocre (y no sólo me refiero al chiki chiki en esta categoria).

A través de pantallas de televisión se pueden seguir todos los ensayos y allí se celebran ruedas de prensa casi a diario. Este año, como los ensayos comenzaron antes, apenas he podido asistir a ninguna aunque acudi a la que ofreció la primera ganadora del festival de eurovision Lys Assia que intervino en la segunda semifinal. No pude conocer, sin embargo, en otra de las ruedas de prensa al diseñador Jean Paul Gaultier que este año acudió como comentarista de la televisión francesa.

Después, por la noche, la discoteca, el euroclub, ese lugar que para los eurofans se convierte en un sueño al poder bailar toda la noche música del festival, al tiempo que los no eurofans nos miran con cara de bichos raros porque no entienden nuestro entusiasmo. Se convierte este centro en un lugar de diversión y de ligoteo, ¿por qué no decirlo? aunque confieso que no es mi caso, eurovisión no me trae suerte en ese aspecto.

En esa discoteca hemos visto con frecuencia a los chicos del coro de Israel, amabilísimos con todo el mundo, y hemos presenciado caras de derrota, como el pobre cantante lituano que no pudo pasar a la final o las chicas de Andorra que corrieron la misma suerte.

De repente uno se puede encontrar con un alemán que te pregunta por Jeanette, la cantante del "corazon de poeta", puede hablar de gramática griega con un chaval de ese país o que una muchacha serbia te pida dos cigarros y te hable de Kosovo, así de variopinto es todo.

Mención especial haré a la wellcome party, una fiesta de bienvenida en la que todos se ponen, o nos ponemos, de tiros largos para iniciar la semana del festival. Allí cantaron en directo alguno de los intérpretes del festival, me sorprendió especialmente la cantante chipriota Evdokía, qué gran voz!!! y eso que su canción en Eurovisión era de las facilonas. Allí estuvo también la simpatiquísima Vania Fernandez, la portuguesa que este año debería haber estado entre los cinco primeros, pero que al final se conformó con la fiesta que sus compatriotas organizaron en las calles de Lisboa cuando pasó a la final.

Os seguiré contando más cosas de mi visita a Belgrado en los próximos días. Un abrazo a todos que son gratis