Nunca un trofeo o un triunfo deportivo pudo significar tanto para un país. Y conste que no me refiero sólo a las escenas de alegría colectiva que hemos vivido durante la pasada noche en cualquier ciudad española, incluso en aquellas que teóricamente se sienten menos identificadas con este país, como Bilbao o Barcelona, por citar tan sólo dos ejemplos.
No seré yo quién haga una interpretación política del triunfo español en la eurocopa y sobre todo, de las celebraciones posteriores. Estoy convencido de que el deporte debe ser sólo deporte, nadie debe hacer otra interpretación más allá de un juego en el que habitualmente perdemos y anoche ganamos.
Lo que sí me llama la atención es que el triunfo de "La Roja" en esta Eurocopa representa la ruptura de un millar de tópicos que se habían instalado en la memoria colectiva de nuestro país. Hasta anoche, siempre habíamos acudido al tópico de "el árbitro nos birló el triunfo", "jugamos como nunca y perdimos como siempre", "los españoles no sabemos competir a diferencia de otras selecciones, como Italia o Alemania", "tuvimos mala suerte en los penaltys o en los últimos minutos", etc etc
La victoria de España este año en la Eurocopa demuestra que hemos ganado cuando verdaderamente lo hemos merecido. Si eres superior a tu rival, poco importa que el arbitro no te pite un penalty (anoche nos birlaron uno por ejemplo), poco importa que uno de tus mejores jugadores se lesiones y da igual si te encuentras con la mejor selección del mundo enfrente.
Está claro que en el deporte, como en todo en la vida, es necesario una dosis de suerte para triunfar pero amigos, la suerte hay que buscarla, hay que trabajársela. No se pueden pedir milagros a Lourdes, sólo se dan en contadas ocasiones. Lo normal es que si uno trabaja con empeño por ser el mejor, tarde o temprano logrará su objetivo. En España, nos gusta siempre acudir al fatalismo, a nuestra mala suerte, a pensar que siempre son circunstancias ajenas las que explican nuestros fracasos. Quizás el triunfo de anoche pueda servir para que cambiemos nuestra mentalidad. Los españoles no tenemos ni mejor ni peor suerte que otros países, sólo ocurre que en ocasiones trabajamos mejor que ellos y en otras no.
No quiero terminar este articulo sin pedir disculpas públicamente a Luis Aragonés. Creo que somos muchos los que debemos hacerlo. Aunque yo no he sido de los que le ha dado caña en la radio porque no es mi negociado, aunque soy de los convencidos de que Raul no debía estar en la selección, reconozco que de haber sido presidente de la Federación Española de Futbol, le hubiera cesado hace ya meses y me hubiera equivocado soberanamente. Afortunadamente la Federación no está en mis manos ni yo pretendo que lo esté porque en ese caso, probablemente no estaríamos celebrando ahora el triunfo en la Eurocopa.
En fin, amigos, un abrazo a todos que son gratis
lunes, 30 de junio de 2008
¿SE ACABO EL FATALISMO ESPAÑOL?
Publicado por javier peña en 9:33
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 tus aportaciones:
LO MÁS BONITO HA SIDO GANAR MERECIÉNDOLO,
JUGANDO BIEN.
¡¡¡POR FIN!!!
Que grande eres Javier, buen programa ;) Soy Alvaro de Algeciras que muchos días te manda e-mail , como siempre grandes articulos en tu blog
Buenas Noches Javier! Como siempre tienes unos grandes artículos en este blog.. mucha suerte en este verano
Fdo- Alvaro de Algeciras :)
Si señor, como siempre creo que tu articulo es acertado y te honra el comentario sobre Luis Aragones. Como bien dices, mucha gente que ahora lo pondera, lo denigró durante mucho tiempo, y ni ahora será el mejor ni antes era el peor. Un saludo.
Del Río
Publicar un comentario