El día que ha acabado ha sido fiesta en Madrid, nuestra patrona, la Almudena. Como yo no soy creyente, no me referiré en este post al sentido religioso de la fiesta. Hoy me ha dado por pensar la envidia que tengo hacia esas personas que han nacido en una ciudad y se sienten orgullosas de ella. Leo a gallegos, andaluces, catalanes, valencianos y hasta manchegos hablar maravillas de su tierra y desde luego, ponerte mala cara si tú la criticas.
He vivido seis años en Toledo y otros tantos en Ciudad Real. Sus habitantes hablan con pasión de su tierra e incluso muchos toledanos no desaprovechan la ocasión para recordarte que por muchos años que vivas allí, tú no has tenido la suerte de nacer en la capital imperial. Sin embargo, uno tiene la sensación de que haber nacido en Madrid es no haber nacido en ninguna parte. Pocos te dicen con orgullo "yo soy madrileño", sólo aquellos que han nacido en barrios tan castizos, como el de Chamberi.
Es cierto que en realidad los madrileños provenimos de muchas ciudades españolas, somos hijos de andaluces, extremeños, manchegos, etc. Madrid es una ciudad abierta que acoge al foráneo como si fuese de la propia ciudad de toda la vida. Pero esto se ha convertido en un arma de doble filo porque esa es una de las causas que ha provocado el escaso sentimiento de madrileñismo que padecemos. Yo no he visto ciudad en la que sus habitantes conozcan menos sus secretos, sus rincones, sus museos.
Digo todo ésto y entono el mea culpa. Yo fui uno de esos que ahora critico. Tuve que irme doce años fuera de Madrid para darme cuenta de lo poco que conocía de mi ciudad. Pongo un ejemplo, pocos madrileños se han dado cuenta de la grandeza de la Gran Vía, una calle aparentemente normal de cualquier gran ciudad si uno sólo va mirando los escaparates, la gente que circula o la cartelera de cine. Sin embargo, la Gran Vía es una calle para mirar hacia arriba, hacia el cielo y descubrir las maravillas arquitectónicas que se esconden en lo alto de los edificios. Eso yo lo descubrí un día viendo imágenes aéreas de la vuelta ciclista a España.
Pocos de los que viven por aquí, conocen las callejuelas del Madrid de los Austrias, aquellas que recorría Max Estrella en "Luces de Bohemia", la Cava Baja, el puente de Segovia. Pocos se han adentrado en el barrio de Lavapies, una mezcla del barrio chino de cualquier ciudad con el barrio musulmán, cuánta gente ha paseado por la Plaza de España sin percatarse de la existencia del Templo de Debod. Todo el mundo acúde a la Puerta del Sol para comer bocadillos de calamares, pero quién conoce las tascas históricas de Madrid, alguna abierta desde el S.XVII. ¿Y el rastro de Madrid? pregunto a algunos amigos y jamás han ido a visitar ese mercadillo de los domingos en el que uno puede encontrar cualquier antigüedad por extraña que parezca.
En fín, hoy me he levantado con el ánimo de reivindicar que soy madrileño, no soy de Chamberí, soy de un barrio que se anexionó a la capital en 1953 pero soy madrileño y me siento orgulloso de serlo. Quizás mi ciudad no es la más bonita del mundo, adoro otras ciudades como Sevilla, Barcelona, Bilbao o Santiago de Compostela, pero me encanta vivir en Madrid, me gusta la aglomeración, el ruido, la oferta cultural, el teatro, los museos, las copas, la libertad de Chueca o Malasaña, el carácter de su gente (muy lejano de la chulería que se nos atribuye fuera de la ciudad), los paseos por el Retiro, por la Casa de Campo, la Sierra de Madrid. ¿Qué queréis que os diga? Todos la critican, pero yo AMO Madrid.
sábado, 10 de noviembre de 2007
PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID
Publicado por javier peña en 4:25
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 tus aportaciones:
La primera vez que fui a Madrid tenía nueve años y regresé fascinada. Durante varios años, hasta que empecé a trabajar, iba al menos una semana al año. Siempre me ha gustado la amabilidad de los madrileños, la ciudad me parece hermosísima y tal y como dices abierta como pocas.
Ahora bien, yo defiendo a toda costa el poder sentirse uno de donde quiera hacerlo. En mi caso, me siento gallega aunque desciendo de libaneses,nací en el País Vasco, mi madre es brasileira, bla bla bla...
Amo Galicia porque me siento identificada con su paisaje, su cultura, su comida...Pero si mañana me fuera a vivir a otro lugar y estuviera a gusto, no dudaría en sentirme de allí.
Hay una población en la costa de Lugo, Burela, en la que la comunidad africana es enorme desde hace muchos años. La segunda generación se identifica totalmente con Galicia: hablan, comen, juegan y esudian en galego. Nadie en absoluto, en esa población, les niega ese derecho. Un ejemplo a seguir.
Millón de besos Javi Peña.
A mí me gusta mucho Madrid siempre que he ido me lo e pasado muy bien, pero tengo que ser sincero odio la chuleria en general y en Madrid eso predomina jeje aunque es sabido por todos que tu no eres nada chulo. Yo soy valenciano y soy muy de aquí aunque medio yo soy andaluz, por eso siempre digo que soy medio valenciano medio andaluz.
A los madrileños no se les nota la chulería hasta que salen a otras provincias. A los madrileños y a los residentes en Madrid. De hecho, ¿quién no conoce a un vecino, familiar o amigo que se ha ido a vivir a Madrid y cada vez que vuelve a casa llega con unas ínfulas...? Jajaja! Es cierto!
No todos los madrileños son chulos, por supuesto, pero muchos tienen una actitud muy característica de arrogancia y superioridad hacia el resto de españoles.
Besitos
Estoy de acuerdo con pampanitos verdes.A mí no me gusta generalizar pero sí conozco a mucha gente que se cree superior por ser de la capital o vivir en ella.
Yo envidio vuestra oferta cultural, tenéis muchos más medios para todo y eso es un privilegio! De hecho,sé que acabaré viviendo en Madrid dentro de no mucho tiempo, pero, sabes qué? Que no cambiaría por nada mi niñez en mi pueblo.La tranquilidad de poder salir a la calle a casi cualquier hora cuando era una cría, a jugar con la bici una noche de verano, estar en el parque horas y horas charlando con mis amigas porque era de las pocas cosas que se podía hacer...
Soy Gallega de pura cepa, muchos nos llaman "paletos" y cosas similares, pero yo -repito- no cambiaría mi tierra por ninguna. No porque sea mejor ni peor q otras, es, simplemente, que es la mía!Y me parece muy bien que reivindiques la tuya!
Y, por lo demás, es normal que no conozcas toda tu ciudad. Eso también demuestra que allí siempre te quedarán cosas por hacer y por ver! Y, si te sirve de consuelo, yo no descubrí un montón de cosas de mi pueblo hasta que tuve que hacer un trabajo para clase. Triste,no? Pero creo que es normal; al fin y al cabo, cuando tienes algo tan cerca que puedes visitarlo en cualquier momento lo vas dejando pasar, y luego te llevas estas sorpresitas! Pero eso también tiene su encanto, no? jeje!
Un beso, Javi! Hasta la próxima!
Gracias a todos por vuestros comments. Quiero simplemente deciros que en Madrid hay cuatro millones de habitantes y por tanto, hay de todo. En general, las personas que describís son como los nuevos ricos, aquellos que vienen a madrid y regresas a sus raíces para presumir de su gran vida y de paso justificar el motivo por el que se marcharon. Ocurría parecido con los que se iban de emigrantes a alemania a trabajar pero creedme que no es la tónica general. Los que vienen a vivir aquí saben que son recibidos como uno más y en todo caso, el sentimiento que se respira en la ciudad es de vergüenza de decir que uno es madrileño. Por eso me decidí a escribir este post
Publicar un comentario