CÓMO ES EL DESTINO A VECES!!!

El destino a veces tiene unos caminos un tanto inexplicables, nos surgen casualidades que a uno le hacen pensar. Algo comenté en mi anterior post dedicado al viaje a Ibiza pero ahora ahondo más en la cuestión. Veréis, tengo un amigo de mi pandilla de correrías en Toledo que se trasladó hace ya ocho o nueve años a la isla para trabajar. Desde entonces nuestro contacto se ha limitado a un mensaje anual, el que él me enviaba coincidiendo con el festival de Eurovision. El no es aficionado a este evento pero al ver las referencias a él en los medios de comunicación, siempre se acordaba de mí. Las últimas noticias que había tenido de mi amigo, me indicaban que se había trasladado a Mallorca para emprender nuevos negocios y por eso no se me ocurrió ni por asomo llamarle en mi viaje a Ibiza.

La cuestión es que el viernes santo recorriendo la isla, Carmen me repasa la actualidad política de las pitiusas y me recuerda que ahora gobierna allí la izquierda. En ese momento, recuerdo que mi amigo fue un alto cargo del Consell la anterior ocasión en la que gobernó esa coalición. Le cuento más o menos la historia de mi amigo pero siempre dando por supuesto que ya no está por allí, se dedicaba ahora a los negocios privados.

No sé si a veces funciona la telepatía o qué, el caso es que el sábado por la mañana me despierto con un mensaje en el móvil de mi amigo que me dice que debo estar muy cabreado con el tema del Chiki Chiki. Le contesto y le pregunto que por dónde anda. Resulta que él estaba también en Ibiza, sigue viviendo allí aunque por cuestiones de trabajo se desplaza por toda la peninsula semanalmente. Toda una casualidad, ¿no?

Naturalmente quedamos esa misma tarde para tomar una cerveza y al dia siguiente para desayunar. Después de casi diez años sin verle, vuelvo a recuperar el contacto y espero que de forma permanente puesto que viaja a Madrid con frecuencia. El caso es que me ha dado por pensar que el destino a veces nos pone a determinadas personas en nuestro camino sin saber muy bien porqué. Lo mejor en estos casos, como en casi todos en la vida, es dejarse llevar. Abrazos a todos